Se está perdiendo el músculo de la democracia

Esta semana, el PEN Capítulo Nicaragua recibió a su presidente internacional John Ralston Saul, quien realiza una gira de trabajo por Mesoamérica, e intercambiaron opiniones de la situación de la libertad de expresión en el país. Este viernes 20 de febrero, Ralston sostuvo una conferencia de prensa con periodistas nacionales.

Al ser consultado de su percepción acerca de la situación que atraviesa el periodismo nicaragüense, John Ralston Saul, dijo que pese a que en Nicaragua la violencia contra el periodismo aún no se traduce en asesinatos como ocurre en otros países, un modelo que centraliza los medios de comunicación en un solo dueño, “es tan peligroso como lo anterior”.

Para el presidente del Pen Internacional, organización que reúne a periodistas, novelistas, escritoras y escritores, los efectos de dicho modelo se reflejan en “mayor secretismo, pérdida de transparencia, pérdida de la idea en que la actividad del gobierno se debe regular a través de procesos […]. Se está perdiendo el músculo de la democracia, la verdadera libertad, de la democracia que está basada precisamente en el debate público…”

En la conferencia participó también Dina Meza, periodista hondureña y coordinadora del PEN Honduras.

Silencio a la libertad de expresión y persecución en Honduras

Dina Meza denunció el temor, miedo y silencio a la libertad de expresión, promovido el Estado hondureño, con mayor fuerza desde el Golpe de Estado en 2009. En esta etapa “el orden constitucional fue destruido” y más de cincuenta periodistas han sido asesinados, agregó.

La periodista afirmó que Honduras también “es en un país de ilegalidad, de falta de institucionalidad”, donde el acoso al periodismo no permite su adecuado ejercicio. “Un montón de colegas que ahora prefieren autocensurarse, el hecho de cubrir su vida y no hablar de los temas cruciales, que sí se hablan en Honduras, son temas que lo colocan a uno en la mira.  Lo que son violaciones a los derechos humanos, la corrupción estatal, lo que es el militarismo, lo que es el narcotráfico, el crimen organizado; les estorba que hablemos de esos temas”

La denuncia de la violencia institucional del Estado hondureño hacia el periodismo, ha tocado directamente a Dina, quien denunció que desde hace una década ha sido objeto de persecución. “Tengo dos etapas de amenazas continuas… por investigaciones a violaciones a derechos laborales de guardias de seguridad en el 2005, que estaban en una compañía cuyo dueño era un militar en retiro… Y después otra etapa con el golpe de Estado; amenazas de violencia sexual contra mi persona, ataques y seguimientos a mis hijos, intervenciones telefónicas, seguimientos en motocicleta”.

Meza ha tenido que cambiar de casa en tres ocasiones por el asecho de hombres armados en las esquinas, quienes han intentado entrar por la fuerza, haciéndose pasar por fiscales; y han saboteado el vehículo en que se transportan sus hijos. “Ese tipo de actos están denunciados ante el Ministerio Público. Pero también se utiliza a la par, la difamación criminal, nos levantan procesos en los tribunales de justicia funcionarios públicos intolerantes que quieren que no hablemos de las situaciones ilegales que están cometiendo”, concluyó.

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