¿Qué está pasando con el hábitat del puma en Nicaragua?

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El puma (Puma concolor) captado por una cámara trampa en Bartola, Río San Juan. • Foto: Marena

El puma, el segundo felino más grande de América después del jaguar, se queda sin hábitat en Nicaragua, afirma Eduardo Medina, mastozoólogo.  

El 7 de enero de 2023, un puma murió atropellado en el municipio de Cárdenas en Rivas. El veterinario y exdirector del Zoológico de Nicaragua, Eduardo Sacasa, comentó en sus redes sociales que se trataba de un puma hembra que estaba siendo monitoreada. 

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El hecho ocurrió en la carretera hacia Cárdenas, cerca de la comunidad Kalula. Sobre este suceso Medina considera que es lamentable, ya que del puma hay muy pocos datos sobre su población y cree que este accidente está relacionado a la pérdida de hábitat.  

“El puma no tiene un ecosistema que prefiera, puede estar en pantanos, zona seca, zona húmeda y bosque de nebliselva”, refiere Medina. Pero ¿qué ocurre con su hábitat en el Pacífico? 

Medina explica que el puma es el segundo mayor felino de Nicaragua y del continente americano. Para vivir necesita grandes extensiones de bosques.  

“Cuando pierde hábitat, ocurren incidentes como el reciente (atropellamiento de un puma en Rivas), porque buscan otras zonas. Esta especie de felino necesita tres características, comida, refugio y reproducción, al fallar una de estas, salen a buscarlo a otros lugares”, asegura el mastozoólogo.  

La presencia de un puma puede indicar que exista un bosque en buen estado, señala Medina.  El reporte del puma fue en una zona fronteriza con Costa Rica.  

Entre el municipio de Cárdenas y San Juan del Sur, hay algunos parches de bosque seco que pertenecen a fincas privadas, algunos bosques están conectados con otros, lo que crea un corredor natural indicado para el puma pueda vivir, explicó Medina.  

Según el especialista, “la zona sur de Rivas es ganadera, al haber ganado estos animales se ven atraídos porque son sus presas. Pueden que estén llegando, no estoy asegurando que este sea el caso”, explicó.  

La zona norte de Costa Rica se caracteriza por ser agrícola, con grandes plantaciones de monocultivo como la caña, naranja y piña. Mientras que del lado de Nicaragua, en Rivas, la ganadería y la agricultura amenazan  los pocos bosques que quedan en la zona, advierte el experto.  

Los reportes de avistamiento 

En diciembre de 2022, durante una gira de monitoreo de murciélagos en la reserva Monobayo, ubicada en comunidad de Sapoa, en Cárdenas, Rivas, un grupo de investigadores fotografió a un puma.  

En mayo de 2021, el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena) informó el avistamiento de un puma en la comunidad San Esteban Número Dos, en Jinotega. De acuerdo con el Marena, el animal regresó a su hábitat, en la microcuenca del lago de Apanás.  

El 28 de agosto de 2023,  Marena reportó el avistamiento a través de cámaras trampa, de un puma en el Parque Nacional Cerro Saslaya, ubicado en la Costa Caribe Norte. El 3 de julio de 2023, en la reserva Biológica Indio Maíz, también fue fotografiado un puma, publicó el Marena.  

Medina asegura que a pesar de los reportes de avistamientos de pumas en distintas regiones del país, este animal sigue el mismo destino que tuvo el jaguar en el Pacífico de Nicaragua.  

Detalló que el último reporte del jaguar en el Pacífico de Nicaragua fue 1954, en la Reserva Natural  Volcán Cosigüina, que, en aquel entonces, era un exuberante bosque seco. “Este animal (el jaguar) se extinguió en el Pacífico y lo más probable que en el Centro también”, señaló  el especialista en mamíferos.   

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), ubica al puma en un grado de preocupación menor, pero, señala que la población de estos felinos está disminuyendo.  

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