Entre las tortillas y la familia: así son las jornadas diarias de la blufileña Isabel Alemán

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De la jornada de trabajo de casi 12 horas Alemán obtiene una ganancia aproximada de 400 córdobas.

Desde hace más de 10 años, la preparación y venta de tortillas de maíz es la actividad económica que permite a la blufileña Isabel Alemán obtener recursos económicos para la manutención de sus 3 hijos menores de edad. 

Cada madrugada, Alemán  recoge su cama y prepara desayuno para que sus hijos puedan comer antes de ir a la escuela.“Siempre trato de cocinarles algo, quisiera poder quedarme cerca de ellos, pero tengo que ir al puesto a hacer tortillas, porque de eso vivimos”, cuenta Alemán.

Como primera misión, Alemán debe lavar el maíz, con el cual elabora más de 200 tortillas diariamente. Cuenta que hay días que no se venden todas y cuando eso ocurre no obtiene ganancias.“En sí no se pierden porque las comemos, pero ya el dia siguiente tengo menos capital para iniciar por eso los días que vendo todo mi producto estoy muy feliz”, cuenta. 

La mayor parte del tiempo Alemán lo pasa en el puesto de tortillas por lo que ha enseñado a sus hijos a ser muy independientes y colaborar en el hogar. “Mi hijo mayor me ayuda en limpiar la casa y lleva a la escuela al menor, mientras yo tengo en el puesto a la niña, a las 6: 30 am ellos vienen al puesto y yo ya les tengo su tortilla caliente con café y gallo pinto”, cuenta. 

Cerca de 12 horas de trabajo diario

Alemán inició en el negocio de las tortillas porque no encontraba opciones de empleo y debía sacar adelante a sus hijos.

“Yo no digo que no me gustaría tener un trabajo fijo que quincenal me paguen, ya es algo fijo, pero con mi puestecito me la juego, puedo echar una carrerita a ver a los niños, si ya llegaron de clases, si comieron, si están enfermos y seguir echando tortillas, esa es la ventaja”, apuntó. 

El puesto de tortillas se ubica en el barrio Central, lugar por el que en horas de la mañana circulan muchas personas que se dirigen a sus trabajos.

Alemán abre desde las tres de la madrugada y cierra a las dos de la tarde, lo que suma una jornada de casi 12 horas y que cada día tiene como fin obtener al menos 400 córdobas de ganancias. “Ahora todo está caro, y para nosotros que trabajamos así el gasto es diario, muy pocas veces podemos ahorrar para emergencias, sino que, vivimos del día a día” expresó.

La jornada laboral de Alemán termina dejando el maíz en remojo, lo que garantiza que su materia prima esté en óptimas condiciones para el próximo día. 

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