Nicaragüense en Las Vegas emprende restaurante y promociona la cultura de su país

Determinación, esfuerzo y amor por Nicaragua llevaron a Maurita Craford y a su esposo a fundar  el restaurante Ron y Azúcar, un emprendimiento en Las Vegas, Nevada, Estados Unidos, que busca promover la cultura y la tradición culinaria nicaragüense. 

Hace tres meses, Craford logró su sueño de tener un restaurante. Asegura que su amor por la cocina se remonta a su adolescencia cuando se encontraba en su natal Chichigalpa en el departamento de Chinandega, sin embargo, las dificultades económicas la llevaron a migrar a Estados Unidos junto a su familia hace más de veinte años.

“Para mí fue todo nuevo, porque vine a encontrarme con muchas culturas acá y fue un poco difícil adaptarme”, menciona desde la cocina de su restaurante.

Craford señal que cuando llegó a Estados Unidos, como toda migrante, no podía escoger un trabajo, sino que debía adaptarse a las opciones que se le presentaban. Cuenta que los fines de semanas en lugar de descansar preparaba diversos platillos nicaragüenses  y los vendía entre conocidos y amigos.

“Aquí en Las Vegas cuando yo vine, habían pocos nicaragüenses y tuve que demostrar que nuestra comida es única”. Craford reconoce que todos los trabajos que realizó le  ayudaron a tener la experiencia y con el apoyo de su esposo logró reunir el capital para poner en marcha este negocio. 

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Fuente de empleo para nicaragüenses 

En el restaurante Ron y Azúcar, trabajan solo personas nicaragüenses ya que la mejor “cuchara se aprende en la misma tierra”, comparte Craford.Expone que ser fuente de empleo es una forma de ayudar a sus hermanos nicaragüenses, porque recuerda que su inicio en los Estados Unidos fue muy difícil.

“Yo les doy un consejo: si ustedes tienen un sueño cúmplanlo, no se queden con las ganas. Yo soy una mujer aventada, y ya me ven aquí, tengo mi restaurante”. Añade que en el menú no solo promueve la comida tradicional nicaragüense, también ofrece platillos propios de la Costa Caribe del país, zona de la que eran originarios sus abuelos. 

Según Craford, el restaurante ha tenido buena aceptación y ha sido visitado  por ciudadanos de diferentes nacionalidades. Con orgullo apunta que “se ha convertido en el lugar preferido para un amplio segmento de estadounidenses que buscan conocer un poco sobre la sazón nica”.