Proponen Agenda Juvenil para una Nicaragua libre

La agrupación Unidad Juvenil Estudiantil de Nicaragua (UJE) realizó el domingo 12 de marzo, en San José Costa Rica, el lanzamiento de una propuesta de “Agenda Juvenil”, la cual es considerada por sus promotores como una “declaración política” que contempla una propuesta política para la transición democrática, la justicia transicional, la paz y políticas públicas a ejecutarse en una Nicaragua libre de dictadura.

La Agenda es el resultado de 1839 consultas a jóvenes nicaragüenses en un periodo de tres años (2020-2023) en el contexto de persecución, asedio, represión por parte de régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua.

En el pasado, ya se han conocido distintas iniciativas de agendas que comprenden prioridades para la población joven de Nicaragua. Estas agendas fueron en su mayoría construidas desde el ámbito municipal en los años noventa y principios del 2000, durante una pujante actividad local que demandaban procesos ciudadanos altamente participativos que apuntaban a la descentralización del Estado. Sin embargo, el contexto en la actualidad nicaragüense es totalmente diferente a los de ese entonces.

Alex Aguirre, joven activista exiliado en Costa Rica y uno de los principales promotores de la Agenda de Juventudes, explicó al menos tres aspectos, que desde su perspectiva convierten esta iniciativa en un proceso sin precedentes. Afirma Aguirre que la pluralidad es una las características destacables de la propuesta de agenda, ya que, entre las 1839 personas abordadas, se incluyó a personas jóvenes indígenas, afrodescendientes, campesinas, no escolarizadas, técnicas, profesionales, jóvenes LGBT, ambientalistas, de las universidades, de secundaria y liderazgos políticos.

Un segundo elemento señalado por el activista es que la agenda no fue construida desde la visión de un partido político, “como lo hace el FSLN” a través de sus estructuras. Y el tercer aspecto es que la iniciativa se construyó en tres momentos como la lucha post abril 2018, el proceso electoral donde “la dictadura no permitió que la juventud votara por una transición democrática” y finalmente que la agenda fuera consultada por sectores jóvenes en el exilio, declaró Aguirre.

Por su parte Andrea Salablanca, una joven nicaragüense que se exilió en España luego de atrincherarse en 2018 y posteriormente ser expulsada del quinto año de Ciencias Políticas en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), manifestó que lo mejor de la propuesta de la Agenda de Juventudes es que, “es para todos, o sea, no hay distinción de que si sos de una organización, si sos de izquierdas y derecha, porque el objetivo es que la juventud sea agentes de cambio, para buscar la nueva Nicaragua que necesitamos”.

Salablanca advirtió que para la implementación de esta propuesta agenda, habrán muchísimos retos y obstáculos, pero que una ventaja que tienen la juventud es que en esta ocasión ya no se puede concebir a las personas jóvenes como apáticas a la política, sino como interesadas en hacer frente a los retos desde los distintos espacios. “Uno de los mayores retos es que nos unamos y que acojamos esta agenda como nuestra”, enfatizó.

Javiera Molina, cursaba la carrera de mercadotécnia en 2018, pero su vida tuvo un giro inesperado. Sin tener ningún conocimiento en atención médica se arriesgó para atender a personas herida durante la represión y asistió al menos cuatro partos en el tranque de San José en el municipio de Jinotepe de la región del pacífico nicaragüense. En la actualidad Molina es una de las más de 150,000 personas de nacionalidad nicaragüense que se han refugiado en Costa Rica. No obstante, en el día a día, Molina continúa vinculada a su país.

“Si hablamos de democratización de un país, está ahorita ardiendo en llamas prácticamente, por una dictadura hitleriana, como la llamó el Papa (Francisco)…, entonces sabemos que esta agenda, para ser aplicada en Nicaragua van a pasar varios años”.

Aunque Javiera reconoce que el momento en que aparece esta agenda es complejo, afirma que desde ya existen algunas acciones que pueden llevarse a cabo. Manifiesta que la juventud en el exilio puede ocupar espacios de toma de decisiones en los espacios de la oposición, lo cual sigue siendo un reto, para el cual se están llevando procesos de capacitación “y poder tomar estos espacios con más propiedad, con más conocimientos”.

Según el grupo promotor de la propuesta de Agenda Juvenil, el instrumento contiene estrategias y líneas de acción para recuperar las libertades ciudadanas a corto plazo, pero también para construir políticas públicas de juventud en un país con mínimas libertades, democracia y estado de derecho. “Porque además sabemos que los cambios de regímenes y gobiernos no son suficientes para conquistar derechos”, se mencionó durante la presentación del documento.

Una nueva Nicaragua con aires democráticos implicaría la inclusión de todas las voces, incluso aquellas que no piensan nada igual. Entonces, ¿La agenda recoge las voces de sectores juveniles subordinados al régimen en Nicaragua? Ante el cuestionamiento, Alex Aguirre explicó que, durante el proceso de construcción de la agenda, se abrieron dos tipos de herramientas virtuales (formularios e invitaciones a grupos focales) que contó con la participación de personas adscritas a la Juventud Sandinista.

“En algunas ocasiones fueron un poco violentos, en otra dieron algunos de los aportes. Estos jóvenes también hacen sus demandas dentro de los comentarios de Facebook y los formularios. Hablan sobre el descontento que hay dentro de las estructuras partidarias donde no se les da poder de voto, donde no pueden escalar a los puestos de toma de decisión, donde siguen siendo instrumentalizados dentro de los ministerios del régimen de la dictadura sandinista. Son demandas válidas de jóvenes atrapados dentro de esa jaula oficialista”, puntualizó Aguirre.

En sus primeras páginas, el documento se muestra un recorrido de las juventudes entre 1914 a la actualidad. A juicio de Aguirre, en ese largo periodo una constante ha sido la instrumentalización de las juventudes, que durante el dominio Liberal de principios de 1900 y la Revolución Sandinista en los ochentas, la juventud fue utilizada como “carne de cañón para los conflictos bélicos que han protagonizado los principales cambios políticos en Nicaragua”. Por otro lado, señaló la utilización de las demandas de la juventud para que grupos políticos lleguen al poder. Y un tercer aspecto identificado es que a pesar de los cambios políticos de diferentes bandos e  ideologías, nunca ha habido una agenda real sustantiva e integral de calidad para el sector juvenil.

“No es una agenda cerrada o todavía hay espacio para seguirla alimentando. Sabemos que nada está escrito en piedra y la realidad de nuestro país cada vez va cambiando. Esta es nada más una propuesta concreta de la juventud para Nicaragua”, concluyó Javiera.

Esta información ha sido producida con la colaboración de Otras Miradas como un apoyo al periodismo independiente en Centroamérica.

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