Trabajadores informales y niños en la calle, el escenario de León que teme empeorar tras reelección de Ortega

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En León el comercio informal crece como una forma de suplir la falta de empleo y oportunidades laborales

El panorama es incierto en la ciudad de León golpeada por la crisis sociopolítica, económica y sanitaria por la pandemia

El nivel de desempleo ha crecido en el departamento de León. Aquí las familias a diario buscan la manera de ganarse la vida, a través de la denominada “economía creativa”.

Daniel Ortega se declaró ganador tras haber logrado según el CSE bajo su control absoluto, la mayor cantidad de los votos en la jornada general de votaciones el pasado 07 de noviembre, con la mayor parte de la oposición encarcelada y exiliada. 

Sin embargo, este panorama reflejó todo lo contrario en las urnas cuando la mayoría de las familias leonesas prefirieron quedarse en casa y en señal de rebeldía le dijeron “No al Voto”, ya que para ellos era un proceso carente de libertad, sin competidores, injusto  y poco transparente. 

Noel Núñez, es mecánico de profesión y administra un negocio familiar. Para él la abstención “obedece al descontento que hay en la población por la reelección de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo”, quienes han implementado un terrorismo de Estado en Nicaragua desde abril del 2018, acciones que no han contribuido en nada al desarrollo económico y social del pueblo. “Muchos leoneses sufren aún la represión del orteguismo y esto ha  obligado a las familias a la migración forzada en busca de sobrevivencia”, lamentó.

Para Núñez, “se avecinan días duros para Nicaragua”, esta aseveración tiene que ver con la “Ley Renacer” recientemente aprobada por la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, y firmada este miércoles por el presidente, Joe Biden, porque no reconocen los resultados de las votaciones. 

Familias en “la rebusca”

En la ciudad universitaria, el comercio informal ha crecido como un medio de subsistencia para satisfacer las necesidades básicas de sus habitantes, porque no encuentran en la economía formal un empleo digno debido al cierre de empresas y negocios. 

La venta de frutas, comida rápida, fritangas y otros pequeños negocios forman parte de los emprendimientos populares (vendedores ambulantes) ahora denominada “economía creativa”, la cual es promovida por el gobierno de Ortega - Murillo ante la falta de una propuestas concretas de generación de empleo.

El ingenio del nicaragüense le permite salir adelante vendiendo diferentes productos y garantizando así el sustento diario

No tener un trabajo formal ha provocado que personas como Gabriela Padilla, se vean en la necesidad de buscar ingresos a través de la informalidad del mercado laboral. Todas las tardes esta mujer recorre las calles acompañada de su hijo confiando en vender sus productos y llevar el sustento a su hogar. 

“La meta es vender mil 500 córdobas diarios y para eso ofrezco picos, semitas, cachos, deditos y pan, pero hay días duros en los que nos va mal y me tengo que llevar de regreso los panes porque están frías las ventas”, indicó Padilla. 

De igual forma, el joven Kevin Alonso ha emprendido un negocio familiar de frutas en Sutiaba, y dijo que “las ventas han estado apretadas con la actual crisis”. Sin embargo, esperan que mejoren y evitar pérdidas. “Tenemos años de vender en esta esquina frutas tradicionales de temporada e importadas como la guayaba, el mamón chino, las uvas y manzanas que son las que más se venden en los meses de noviembre y diciembre. Nosotros buscamos dar una buena atención y precios cómodos a los clientes y así asegurar nuestra comida”, comentó Alonso.

La tristeza del trabajo infantil

En el centro histórico de León, los artistas también “se la rebuscan”. En el parque en medio del gentío, un guitarrista canta para conseguir un poco de dinero ante la falta de trabajo. 

“Aquí no hay más nada, hay que rebuscarse como sea, porque no hay trabajo y si te dan te quieren explotar pagando una miseria, peor es robar y mi familia y yo debemos comer”, dijo este artista que prefirió omitir su nombre.

Cerca de él, un grupo de niños del barrio Las Brisas, ofrecen a 20 córdobas, la “bailada” de la gigantona y el enano cabezón, acompañada de coplas para llevar entretenimiento a las familias. Dicen que con lo recaudado pagan el alquiler de la muñeca, los instrumentos musicales y ayudan en el hogar para comprar provisiones.  

“Todos los días nos reunimos para salir a la calle desde las tres de la tarde hasta las nueve de la noche. Hay días que nos va bien y otros mal ganando 50 córdobas, cada uno y con eso compramos algo de comida”, dijeron los niños artistas.

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