En su tercer aniversario, Unidad Nacional, reitera llamado al paro electoral

En su tercer aniversario, la Unidad Nacional Azul y Blanco, hizo un llamado a la ciudadanía nicaragüense a quedarse en casa y no participar del fraude electoral en marcha y que se concretará el próximo 7 de noviembre.

Una representación de la Unidad Nacional exiliada en Costa Rica manifestó que este aniversario esta dedicado a las personas líderes de esta organización privadas de libertad por razones políticas por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.    

“A lo largo de tres años como organización hemos padecido la persecución y la represión de la dictadura. Es ilegal el secuestro de 14 líderes nuestro: Félix Maradiaga, Violeta Granera, Tamara Dávila, Dora María Téllez, Ana Margarita Vijil, Suyen Barahona, Hugo Torres, Víctor Hugo Tinoco, José Antonio Pereza, Roger Reyes, Alex Hernández, Irvin Larios y Yader Parajon”.  

De acuerdo con el comunicado leído en Costa Rica, la Unidad Nacional ha tenido que salvaguardar vida y libertad para continuar luchando. “La dictadura pensó erróneamente que nuestra lucha y nuestro compromiso terminaba si detenían a las personas más visibles o si forzaban al exilio a las personas que no lograron secuestrar”.

La Unidad Nacional dijo que mantiene su compromiso con Nicaragua para lograr la libertad inmediata y sin restricciones de todas las personas prisioneras políticas.

Además, la Unidad Nacional se comprometió a alcanzar el no reconocimiento internacional del fraude, promover y participar activamente de los esfuerzos en pro de una amplia y diversa confluencia de todas las fuerzas políticas, sociales y democráticas para salir de la dictadura y movilizar a la comunidad internacional, a las organizaciones financieras internacionales y a la sociedad civil global en la implementación de todas las herramientas de presión posible para lograr un proceso electoral en Nicaragua libre, participativo, observado y transparente.

La representación de la Unidad nacional manifestó que es consciente del momento histórico que vive Nicaragua, y que, por coherencia con sus principios de democracia, justicia y libertad, deja patente su rechazo al fraude electoral en curso.