Allanamiento a Confidencial, es un ataque frontal contra la libertad de prensa

Elmer Rivas es periodista de Confidencial, tiene cuatro años y medio de ejercer el periodismo en Nicaragua. En su paso por esta redacción, es la segunda vez que Elmer ve amenazada su labor con la confiscación de sus oficinas y materiales de trabajo, esenciales para informar.  

“Esta mañana todos nos levantamos con el mismo compromiso de continuar haciendo lo que sabemos hacer, que es ejercer nuestro derecho de informar y hacer periodismo crítico, periodismo a favor de la verdad”, señala.

Elmer narra que no se encontraba en las instalaciones del Centro Corporativo Invercasa, donde tenían sus oficinas y el estudio de televisión donde producían los programas Esta Semana y Esta Noche.

“En el estudio estaba Leonel Gutiérrez, que es parte de nuestro equipo de producción, es camarógrafo de Confidencial y Esta Semana desde hace muchos años. Leonel siempre estaba en las coberturas, ahí donde está el peligro y la represión. Leonel ha podido documentar gran parte de la represión de derechos humanos que comenzó a perpetuarse desde abril de 2018 de manera más agresiva”.

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Cuando Elmer llegó a las instalaciones de Invercasa, a las nueve y quince de la mañana, se encontró con el despliegue policial y el allanamiento a la oficina. Fue imposible acercarse a ver lo que sucedía. “A las once de las mañana supimos por los reporteros que Leonel fue llevado a las oficinas de Auxilio Judicial. No sé que excusa va a presentar la policía, pero no tiene ningún tipo de asidero legal, ni tiene ningún tipo de relación con el caso de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro y la citatoria de Cristiana Chamorro, son dos cosas por separados y ambas son zarpazos a la libertad de prensa  y la libertad de expresión”.

El periodista asegura que no recibieron ningún tipo de notificación, como si ocurrió en 2018.   “Cuando paso el allanamiento y la confiscación de facto de Confidencial y Esta Semana en diciembre de 2018, el jefe de policía Francisco Díaz confesó por escrito que ellos tenían la orden de allanar la organización CINCO (Centro de Investigaciones de la Comunicación), ellos llegaron a las instalaciones y sabían que estaban allanando Confidencial y Esta Semana, ellos sabían que ahí no quedaban las instalaciones de CINCO”.

Para Elmer al régimen de Daniel Ortega le molesta el periodismo que fiscaliza al poder, que cuestiona, que exige y demanda respuestas. “Las respuesta que pide y demanda la población, así que esto fue un ataque dirigido.

Las y los periodistas de Confidencial seguirán demandando que se les respete su derecho a informar. “Confidencial y Esta Semana no son esos espacios físicos, sino en el compromiso de todo el equipo, de todos los periodistas que están decididos a continuar ejerciendo su derecho a informar”.