Once años en el poder ¡basta!

Nicaragua volvió a salir a las calles. Es la tercera vez que las calles de Managua, Masaya, Matagalpa, León, Granada, Bilwi, Waslala, Chinandega, Mozonte, Jalapa, se visten de azul y blanco. Todo en menos de un mes. Se volvieron escuchar los gritos de justicia, democracia y libertad.

“Ortega, queremos que te vayas, llevas once años en el poder”. Once años en los que ha habido violación a los derechos humanos, reiteraron. El asesinato de 46 estudiantes es la prueba más clara que aquí la protesta está criminalizada. Muertes, desapariciones, agresiones y lesiones, detenciones ilegales, negativa de atención a las personas heridas en los hospitales públicos, incendios, saqueos, entre otros, son parte de las violaciones que viven las y los nicaragüenses. “Nos quitaron tanto, que nos quitaron el miedo”, grita una señora mientras alza su bandera.

A pie, en sillas de ruedas, motocicletas, taxis, autobuses, carros particulares, llegaron desde distintos departamentos del país. Hubo lágrimas, gritos, abrazos y besos por la justicia y la democracia.

Una muestra de la multitudinaria marcha del 9 de mayo de 2018: 

25 mil dólares cuesta cada “árbol de la vida”, uno de los símbolos de la familia presidencial. La población les dice “chayopalos”. Hay 140 distribuidos en diversos municipios del país.

El miedo ya no es un impedimento para actuar y recuperar las calles en Nicaragua.

46 jóvenes fueron asesinados por grupos afines al partido de gobierno y la Policía Nacional. Este afiche como toda Nicaragua pide justicia, estaba ubicado en la pared de un taller de mecánica.

La ciudadanía nicaragüense demanda se deje entrar a la CIDH, para que investigue en serio los más de 46 asesinatos.

Se lee en el afiche: Daniel acordarte cuando estuviste preso- Jordi herido de bala, preso por la Policía Nacional el 7 de mayo a las 5:40 p.m. en el parque de Villa Progreso. Lo queremos de vuelta. 

De las universidades se escuchó más fuerte el grito de resistencia y la lucha.

El encuentro y reconocimiento de nicas que sonríen de emoción por ver que no son un grupo minúsculo.

La Plaza de las Victorias, nombra así por el régimen de turno, conocida también como “Plaza del Fraude” era un lugar exclusivo de jóvenes y fuerzas paramilitares afines al gobierno, ahora colmada por la ciudadanía. Seguramente Alexis Argüello sonrió al albergar tanto azul y blanco.

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